Nuestra amiga, la caña de río
La caña de río es uno de los recursos naturales más importantes para el pueblo Cherokee. En el pasado, ihiya “caña de río”, crecía en arboledas extensas llamadas cañaverales. Estos cañaverales cubrían cientos de miles de hectáreas a lo largo del sureste sobre ríos y riberas.
La vida de la caña de río
La propagación de la caña de río ha causado intriga por muchos años. La caña de río florece y produce semillas tan poco frecuentemente que los científicos aún no entienden su ciclo de floración. La mayoría de la expansión ocurre a través de tallos subterráneos llamados rizomas que producen las raíces y los tallos terrestres llamados culmos. Estas profundas raíces sostienen la tierra y se estiran por las orillas del río en redes subterráneas gigantescas. Culmos nuevos emergen al inicio del verano y alcanzan su altura máxima en tan solo unos días; algunos llegan hasta los 20 pies.
Tan versátil como el plástico
Los Cherokee y otros pueblos indígenas a lo largo del sureste han usado la caña de río por miles de años. La caña de río es un material fuerte y resistente al agua del que depende el pueblo Cherokee cada día. Las canastas de tejido doble son una de las artesanías tradicionales Cherokee más complejas y reconocidas. Aparte del almacenamiento, los usos de la caña de río varían desde materiales de construcción, tapetes, instrumentos y armas. Estos recursos son muy importantes para la cultura y la economía Cherokee y la caña de río ideal para estos usos escasea hoy en día.
Un ecosistema bajo riesgo
Con la rápida propagación de la colonización europea, se introdujeron nuevas actitudes sobre la tierra y sus habitantes. Los Cherokee reconocían la caña de río como un recurso valioso, pero los colonos europeos ignoraron su importancia y, viéndola como una molestia, cortaron cañaverales para tierra de cultivo. Estos espacios continúan bajo riesgo porque aún se erradican para crear terrenos de cultivo, construcción o han perdido la batalla contra especies de plantas invasivas. Hoy día, los cañaverales son considerados como un ecosistema amenazado con solo el 2% de su rango histórico aún presente.
La importancia de la caña de río no es un secreto
Todos perdemos recursos valiosos cuando destruimos los cañaverales. Una fuente de alimento y refugio fue deteriorada, los riachuelos se volvieron menos resistentes, el pueblo Cherokee casi pierde su arte de tejido en caña y nuestra relación con la caña de río casi queda en el olvido. Pero gracias a los esfuerzos de grupos tribales y ambientales, la historia de la caña de río continúa pasando de generación en generación.
Valiosa para la vida silvestre
A lo largo de las estaciones, la caña de río proporciona un hábitat para más de 50 especies de mamíferos, aves, reptiles e insectos. Para muchas de estas especies, la caña de río es una parte esencial de su vida. Al servir de protección contra depredadores, algunos animales viven y anidan en los cañaverales, mientras otros los usan como fuente de alimento. Debido a la habilidad de sostener a un rango diverso de animales, los cañaverales sirvieron como terrenos abundantes de cacería para el pueblo Cherokee. Pero con la pérdida de la caña, los Cherokee y los animales de los que dependen han sido afectados por su ausencia.
Protector de riachuelos sanos
Conocidos como “corredores de ríos”, el pueblo Cherokee dependía del río French Broad para transporte, economía y alimentación. Los cañaverales nativos proveen servicios esenciales que protegen estas rutas acuáticas tan valiosas y aquellos que dependen de ellas. Las arboledas densas de cañas reducen el movimiento del agua lluvia y filtran sustancias contaminantes mientras que sus raíces sostienen la orillas del río reduciendo la erosión. También ayudan a mantener las corrientes frescas favoreciendo a una vida acuática saludable gracias a la sombra que proveen. Hoy en día, los efectos de la erosión es una de las amenazas más grandes para los riachuelos del oeste de Carolina del Norte y la caña de río puede ofrecer una solución natural a dicho problema.
Un futuro prometedor
Con la restauración en desarrollo de este sitio, Conserving Carolina y organizaciones amigas se están asegurando que la caña de río vuelva a prosperar ayudando así a la preservación de las tradiciones Cherokee y protegiendo los cañaverales mientras apoyan su futuro crecimiento. Todos nos beneficiamos de los efectos que la caña de río tiene sobre la tierra y el agua. Con nuestros esfuerzos colectivos, los cañaverales de tamaños históricos podrán florecer y la caña de río apta para trabajo será, una vez más, un recurso disponible que los artesanos Cherokee podrán recolectar.